Hace justo un mes, desde la Sección Sindical de CSO-UMH ya informamos sobre la precariedad de condiciones con que se pretendía realizar la reapertura de la cafetería del edificio Altabix a comienzos del presente mes de octubre y de sus probables consecuencias sobre las condiciones laborales, de salud y seguridad de sus trabajadoras así como sobre el propio servicio prestado. Transcurridas tan solo tres semanas desde la reapertura, nuestras predicciones se han cumplido puntualmente y no nos congratulamos precisamente por ello. No se trata de bolas de cristal sino del simple análisis de las condiciones objetivas que debe fundamentar las decisiones de cualquier entidad pública, más aún de una institución que tiene entre sus principales funciones la generación y aplicación de conocimientos.
Con un 100% de presencialidad, tanto para trabajadoras/es y estudiantes de la UMH como para el resto de plantillas privatizadas, la reapertura de la cafetería con el 38,9% de la plantilla (sólo 1 de las 3 cocineras y 2,5 de las 6 camareras) no era garantía, no ya de calidad, sino de la misma continuidad del servicio. La unidad de las trabajadoras, la presión ejercida desde CSO, y la tozuda realidad, han logrado que la compañera a media jornada recupere la jornada completa. A pesar de ello, los intensos ritmos de trabajo, las presiones y amenazas por parte de la empresa Catering 45, que ha intentado socavar incluso los derechos sindicales de la plantilla, han provocado ya la primera baja laboral y la interrupción del servicio de menús el martes 26, el jueves 28 y probablemente tampoco este viernes 29 de octubre. Ha sido necesaria esta lamentable circunstancia para que Catering 45 saque a otra trabajadora del ERTE. Resulta evidente para cualquier usuaria/o de la cafetería la escasez y absoluta falta de variedad del género que se sirve, pero lo más notorio es la imposibilidad material de limpiar mesas, suelos y hasta aseos debido a la extrema limitación de personal, especialmente grave al no poder dar cumplimiento a las necesarias tareas de higienización impuestas por la pandemia.
Desde CSO hemos denunciado judicialmente la última prórroga del ERTE en la Cafetería del Altabix al carecer de base tras el inicio del curso académico con un 100% de presencialidad, y exigimos la decidida intervención del Vicerrectorado de Infraestructuras para asegurar la incorporación del 100% de las trabajadoras en las mismas condiciones que se encuentra abierta la Universidad y el resto de servicios.
Cuando el lucro entra por la puerta, el Servicio Público, las condiciones laborales, la salud y seguridad en el trabajo, y hasta la seguridad alimentaria, saltan por la ventana.
¡Fuera las empresas de la Universidad!
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