Un año más, las evidencias nos demuestran que las condiciones de vida de la clase trabajadora empeoran día a día y esto repercute directamente sobre las espaldas de las mujeres trabajadoras que son las primeras que se reducen las jornadas laborales con la repercusión económica que esto tiene tanto en el presente como en las pensiones futuras.
Si analizamos el ámbito internacional, los conflictos bélicos provocados por la OTAN y el ente sionista no hacen más que dejar un rastro de hambruna, muerte, destrucción y miseria. De momento, parece que vemos los problemas desde lejos pero suenan tambores de guerra en Europa que pueden hacer temblar, en un futuro cercano, las bases de nuestra civilización de primer mundo tal y como la conocemos. Y todas y todos somos conscientes de lo que significa participar activamente en un conflicto bélico: el envío de nuestros jóvenes al frente. Nos encontramos actualmente en un momento que puede derivar a un altísimo grado de sufrimiento, miseria y desesperación, especialmente para las mujeres. Desde nuestra Sección Sindical CSO-UMH queremos rendir con este escrito un modesto homenaje a las mujeres palestinas por su lucha y resistencia contra la ocupación sionista, Palestina vencerá!.
La unidad organizada de las mujeres se hace fundamental, tras la fragmentación del movimiento feminista por discursos interclasistas reaccionarios alejados de la realidad cotidiana de las mujeres trabajadoras que han conseguido desviar el objetivo de la lucha y hacer del 8 de marzo una fecha de celebración superficial sin reivindicación. Es necesario salir a las calles con un discurso claro, que nos permita ahondar en la concienciación sobre la desigualdad estructural que sufrimos las mujeres como clase y como género.
La UMH encabezada por el Rectorado promociona carteles entorno al 8 de marzo con el lema “La UMH con las mujeres”, mientras cae en el olvido que, a lo largo del este curso 2023-2024, la gestión de Catering 45 y de la Administración de la UMH ha supuesto que 7 compañeras trabajadoras de la cafetería de Altabix se hayan quedado sin puesto de trabajo. Además, las compañeras de la cafetería de Sant Joan siguen sufriendo el impago de sus salarios y aún no hemos escuchado ninguna muestra de apoyo a las plantillas feminizadas de ningún estamento de la UMH, “Vicerrectorado de Cultura, Igualdad y Diversidad” y sindicatos incluidos. En cambio, de cara al 8 de marzo, todas lanzamos discursos y odas a las mujeres en general en el caso de Administración y sindicatos interclasistas, y odas a las mujeres trabajadoras, en el caso de los sindicatos autodenominados “de clase”.
Pero el sindicalismo de clase se ha de basar en hechos, no en palabras. Y son hechos concretos y claramente reivindicativos por los derechos de las mujeres trabajadoras lo que falta en el sindicalismo de la UMH, las palabras se las lleva el viento.
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