Compañera/o de limpieza, de conserjería, de mantenimiento, de jardinería, del resto de cafeterías, del PDI, del PAS, del PI pre- o postdoctoral, o estudiante, hoy son ellas, mañana serás tú. La empresa que ahora las contrata, Catering 45, lleva gestionando la cafetería penosamente mal y maltratando a sus trabajadoras desde el principio del contrato en 2015. Todas/os lo sabemos: intentando partirles la jornada, que no pudieran atender sus obligaciones familiares, que se convirtieran voluntariamente a fijas discontinuas, que aceptaran cobrar tarde y mal… Pero esta plantilla, siempre unida, ha plantado cara a cada uno de estos intentos de la empresa de ganar más dinero a costa de las espaldas de las trabajadoras, nada nuevo bajo el sol, ¿verdad?

Pero la Universidad Miguel Hernández, el Vicerrectorado de Infraestructuras en particular, lleva años tolerando los incumplimientos manifiestos del contrato, los servicios que incumplen el pliego de condiciones, los cierres de la cafetería sin motivo,…, sin hacer nada más que hablar con la empresa. Ni una sola sanción por no ofrecer el servicio al que se habían comprometido: ¡hemos visto cómo las compañeras no tenían género para servir, ni siquiera bebidas en muchas ocasiones! Y ni una sola sanción. Lo que ellos llaman externalización no es más que esto: precarización.

Para más escarnio, desde el pasado lunes 23 de octubre, el Vicerrector de Infraestructuras de la UMH decide cerrar la cafetería, con unas trabajadoras que siguen yendo cada día a su puesto de trabajo, a su hora, pero sin clientes a quienes servir y todavía con la paga de septiembre y de octubre sin cobrar.

Desde el sindicato CSO, seguimos insistiendo que la única alternativa viable es que pasen a ser trabajadoras de la Universidad. El servicio de cafetería es un servicio fundamental para los y las estudiantes, pero también para quienes trabajamos en este lado del campus (Helike, Vinalopó, La Galia, Altabix, Torregaitan, Torrepinet, Torreblanca,…). Muchos/as nos hemos visto en esta cantina todos los días durante años, almorzando y comiendo en nuestro lugar de trabajo, con ellas tras la barra. Hoy son sus puestos de trabajo los que peligran, en otros momentos fueron los de conserjería y en breve pueden ser los de mantenimiento.

Todas las plantillas externalizadas deberían mantener la tensión y la solidaridad de clase para que saquen a las empresas de la Universidad y que sea la propia UMH la que contrate a los trabajadores y trabajadoras que realizan estos servicios. Por algún sitio hay que empezar: comencemos por la cafetería de Altabix, que está en una situación límite por la acción de unos y la inacción y complicidad de otros.

Ellas necesitan nuestro apoyo y sentir nuestra cercanía. Y no es solo porque sentimos su sufrimiento como propio, sino porque su victoria será una victoria para todas las plantillas, de toda la clase trabajadora, como también lo sería su derrota.

Aporta tu grano de arena, acude a las próximas movilizaciones que convocamos para exigir la contratación directa de la plantilla de la cafetería de Altabix.