Mañana sábado es 25 de noviembre, en un año en el que el aumento de mujeres asesinadas es alarmante, 52 víctimas en lo que va de año, según fuentes oficiales, y 93 mujeres según la web feminicidio.net. La violencia contra las mujeres no cesa, al contrario, se incrementa a medida que se intensifica el clima de violencia general que genera el capitalismo para asegurar su propia supervivencia a través de guerras y conflictos a nivel mundial y se agravan las condiciones materiales de vida a nivel local. Queda mucho trabajo por hacer, no es suficiente con concentraciones silenciosas a las puertas del centro de trabajo y declaraciones institucionales, es necesario orientar las políticas hacia la concienciación y la prevención en lugar de focalizarlas en paliar las consecuencias a través del asistencialismo a las víctimas, que llega siempre tarde y con recursos insuficientes.

Consideramos necesario reivindicar y reforzar el feminismo de clase. En nuestro centro de trabajo, en la Universidad Miguel Hernández, detectamos una doble vara de medir sesgada principalmente por un componente de clase social cuando nos referimos a las mujeres trabajadoras. Se evidencia que, ante la Administración de la UMH, las compañeras de las plantillas externalizadas no revisten la suficiente importancia ya que no se duda en favorecer la degradación de sus condiciones laborales e, incluso, se las reprime mediante el cierre forzoso de su servicio por haber salido a la calle a protestar tras un prolongado impago salarial de la empresa explotadora. La violencia contra las mujeres tiene muchas caras, y el hostigamiento que han recibido las compañeras de la cafetería del edificio Altabix por parte del Vicerrectorado de Infraestructuras para empeorar las condiciones de sus contratos, además del señalamiento que se les ha realizado a las compañeras por reivindicar sus salarios cerrando la cafetería, pone de manifiesto una actitud impostada por parte de los responsables de la Universidad que no se puede enmendar con campañas como la actual denominada «LA UMH CONTRA TODAS LAS VIOLENCIAS DE GÉNERO»,  ni tampoco iluminando de color violeta la fachada del edificio de Rectorado durante una semana por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

Desde CSO-UMH instamos a la Administración de la UMH a llevar a cabo su campaña “LA UMH CONTRA TODAS LAS VIOLENCIAS DE GÉNERO» con hechos en lugar de con palabras, y a que se abra de forma inmediata la cafetería del edificio Altabix con su plantilla de trabajadoras y con gestión directa sin empresas intermediarias.

¡¡¡ Por el fin de la violencia patriarcal en todas sus formas !!!